Por Juana María Huaco  García (*) 
 
 Hemos iniciado un nuevo año y el tema 'Calidad  educativa' sigue ocupando titulares. Hemos visto pasar cada año y no hay  mejoras; la situación se vuelve más crítica. Esto -dirán algunos- no es ninguna  novedad. Nos hemos acostumbrado a ver mínimos resultados y no hacemos nada para  cambiar la situación. Sin embargo, no podemos generalizar. Hay que reconocer que  existen directivos de colegios públicos que hacen denodados esfuerzos por  mejorar: optimizan el uso de los pocos recursos con que cuentan, y sus  profesores muestran un gran interés por mejorar su desempeño; pero,  lamentablemente, la gran mayoría no es así, según los bajísimos índices en  calidad educativa.
 También vemos el esfuerzo del Ministro de  Educación, para "ir contra esta corriente conformista". Pensando en el futuro de  millares de niños y jóvenes, ha dicho últimamente que no va "a negociar  intereses de la niñez para dar trabajo a mediocres". Está tomando medidas para  comenzar el cambio hacia la tan anhelada reforma educativa. Radicales, las  llaman algunos, pero son precisamente esta clase de medidas las que se  necesitan: medidas de fondo, radicales (para cambiar de "raíz"), para buscar y  exigir una excelencia en un sector que pide mejoras en muchos ámbitos de su  actuación.
 El Ministro ha anunciado tres medidas que merecen  el apoyo de todos. La primera -que remeció el sector- que sólo se contratará a  los mejores, "sólo los más calificados accederán al Magisterio", los que  pertenezcan al tercio superior del cuadro de méritos de la universidad o  institución de la que egresaron. Así lo establece el DS Nº 004-2008 del  Ministerio de Educación en el que se detalla las "Políticas sectoriales para la  contratación de personal docente en las Instituciones Educativas Públicas de  Educación Básica y Educación Técnico-Productiva". Esto no debiera extrañarnos  porque es un requisito -común- para las contrataciones laborales. Ningún sector  ni directivo que quiera, realmente, hacer las cosas bien, contrata a mediocres;  sino que busca mayor competitividad, resultados eficaces y eficientes. Para  ello, debe contar con personal capacitado y comprometido a dar lo mejor para la  institución a la que pertenece. 
 Algunos dicen que esta medida es discriminatoria,  que no da oportunidad a todos; sin embargo, no olvidemos que la oportunidad de  prepararse bien y de esforzarse cada vez más, la tienen todos los estudiantes  que se preparan para la docencia, en instituciones públicas o privadas. Hay que  incentivar en ellos, desde sus primeros años de estudios, su preocupación y  esfuerzo constantes por estar entre los mejores y para pertenecer al cuadro de  méritos, de acuerdo a las oportunidades que se les presentan al  egresar.
 Otro anuncio positivo es el que busca incentivar  que los escolares del quinto año, con mejor rendimiento, elijan la carrera  docente. Para ello, contarán con un sistema de becas que beneficiará a quienes,  por falta de recursos económicos, no podrían continuar con sus estudios y más  bien elegirían un trabajo que, muchas veces, es totalmente  precario.
 Y, muy coherente con lo anterior es también el  anuncio de una mejora en el diseño curricular para que sea más actualizado y  moderno. Esto mejorará la calidad de contenidos, principalmente en las escuelas  públicas y enfatizará el razonamiento matemático y comprensión  lectora.
 Estos anuncios son positivos para la mejora en la  calidad educativa; por ello, debieran tener el apoyo de todos los sectores,  principalmente del propio magisterio. Son las promociones jóvenes las que deben  defender el prestigio de su carrera, elevar su nivel y sacarla de la mediocridad  en la que pudiera haber caído. Hay que olvidar la frase que se repite cuando se  busca empleo, "aunque sea de maestro". También es importante el apoyo de los  padres de familia para exigir mejores resultados y mejores condiciones  educativas para sus hijos; y, de los propios directores de los colegios, quienes  tienen la responsabilidad de dar un mejor servicio educativo.
 El momento en que nos encontramos ofrece múltiples  oportunidades para avanzar en nuestro desarrollo, pero si no mejoramos nuestro  desempeño -en todos los ámbitos de nuestro actuar- esas oportunidades serán  siempre simples oportunidades. Mejoremos la calidad educativa en nuestra región  y veremos los resultados en la mejora de las condiciones de vida de nuestra  población.
 * Profesora de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad de Piura. Artículo publicado en el diario El Tiempo, lunes 21 de enero de 2008.
 
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